
Después de un trabado totum revolutum de fechas, pueblos y citas que dejaron patente la erudición del presentador, el autor del libro, joven de rancia familia castellano manchega, principió con voz mesurada y tranquila (la procesión supongo que iría por dentro) a escanciar el vino de su primer libro de versos. No lo pareció, la calidad de los poemas revela un trabajado crisol, una calidad lírica que no es fácil de encontrar en autores noveles, y un metódico adentramiento en la razón vital de la poesía. En contenidos versos blancos, Fermín nos va dejando una serie de cuestiones, como esa sensación de saberse ya sabido y repetirse, de la necesidad del tú y de su ausencia y de múltiples preguntas, retóricas o no, que quedan en el aire, para terminar con un poema de enorme dramatismo en el que se dice: “Mi enemigo soy yo, mi casa el frente”.
Incuestionable la propuesta de este joven miembro de Verbo Azul.
Incuestionable la propuesta de este joven miembro de Verbo Azul.
Juanjo Alcolea